lunes, 21 de abril de 2014

Enciende Tu Fe


El miedo tocó a la puerta. La fe respondió. No había nadie afuera.
Inscripción que se encuentra en una marquesina del Hotel Hinds Head en Inglaterra.


La fe es el antídoto para el miedo. La fe es la matriz, el patrón, de aquellas cosas que haremos que se manifiesten. Ésa es la razón por la cual la fe es tan importante; si perdemos nuestra fe o nuestra visión, los cimientos de nuestra actividad creativa se harán pedazos.

Ten fe en que cualquier cosa que pongas delante de Dios como parte de tu alquimia personal para la abundancia será refinada hasta que se perfeccione. Espéralo.

Para muchos, esperar el cumplimiento de la promesa es la prueba más grande. Y frecuentemente, se desaniman y se dan por vencidos justo antes de que Dios esté a punto de responder a sus oraciones.





El apóstol Santiago nos dice que la paciencia y la fe van de la mano. Él escribe:

Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos cabales sin que os falte cosa alguna. 
Y si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídala a Dios, el cual le da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

En otras palabras, si somos pacientes estaremos "íntegros" -completos, llenos, sin que nada nos falte-. Dios nos da libremente y no nos reprende por pedir los regalos abundantes de su amor. Más bien, pide con sabiduría y bien, pues los regalos y riquezas del espíritu son los regalos que deberíamos buscar por encima de todo. Santiago continúa:


Pero pida con fe, sin dudar nada; porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 
Pues quien tal haga no piense que recibirá cosa alguna del Señor. 
Aquel hombre con dos conciencias es inestable en todas sus acciones.

¿Tienes fe un momento y al siguiente dudas? Esto es tambalearse. El tambaleo puede destruir la matriz de tus planes. He aquí algunas afirmaciones que puedes utilizar en esos momentos de duda para encender tu fe en que Dios va a proveer cada una de tus necesidades.

Afirmaciones

¡Cuídame, oh Dios! Pues en ti tengo puesta mi confianza (Salmo 16:1) 

¡Oh Dios, tu eres mi provisión infinita y abundante!

Amado Miguel, Arcángel de la Fe,
sella mi vida con tu protección;
que día a día aumente mi fe,
lo único real en la vida de Dios.


Hace muchos años, Mark Prophet dio una fórmula para la abundancia y nos enseñó que la repitiéramos tres veces al día durante cinco minutos sin interrupción:  "¡YO SOY, YO SOY, YO SOY la resurrección y la vida de mis finanzas" tres veces, seguido de "ahora manifestadas en mis manos para mi uso hoy mismo!".

"Cuando recites esta afirmación", dijo, "visualiza en tus manos la abundancia deseada o la cantidad de dinero que necesitas. Mantén este ejercicio con fe absoluta en la luz de Dios hasta que obtengas resultados por que nunca falla".

"Asegúrate de poner bajo la voluntad de Dios tu petición, que tu motivación sea sólo servir y bendecir a la vida entera, y que también desees salir a trabajar para hacer la parte que te corresponde y precipitar tu propia provisión".



Afirmaciones

¡YO SOY, YO SOY, YO SOY la resurrección y la vida de mis finanzas!
(se repite tres veces)
ahora manifestadas en mis manos para mi uso hoy mismo.




¡YO SOY, YO SOY, YO SOY la resurrección y la vida de mis finanzas y de la economía de (insertar aquí el nombre de tu país)
(se repite tres veces)
ahora manifestadas en mis manos para mi uso hoy mismo!



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