Limpia Tu Subconsciente
No hay lugar para Dios en aquél que está lleno de sí
mismo.
Proverbio Hasídico
Algunas personas practican diligentemente las claves para
la abundancia y sin embargo no obtienen los resultados que desean. Suben sólo
un poco y luego se topan con el techo. ¿Por qué? Porque no han limpiado su
subconsciente y no han invitado a Dios para que sea parte de su plan.
Digamos que decides comenzar a afirmar y creer: “YO SOY
un exitoso ___________” (y llenas el espacio). Sin embargo, si te has estado
diciendo durante veinte años o veinte vidas que eres un fracaso, tu
subconsciente no se va a convencer de eso de alguna manera. Te va a decir “No
te creo”. Nuestro subconsciente es como una grabadora. Registra cada una de las
impresiones que ha absorbido a lo largo de nuestra vida y de vidas pasadas: las
buenas y las malas. Y, para nuestra desgracia, eso incluye todo lo negativo que
hemos escuchado y creído acerca de nosotros mismos.
Cada vez que piensas algo negativo de ti mismo, cada vez
que alguien te critica o te intimida, tu subconsciente registra el hecho. Algunas
veces no nos damos cuenta de cuánto nos han influido los pensamientos o las
palabras de los demás, especialmente de nuestros padres, nuestros parientes o
una figura de autoridad. Estas cosas negativas son trampas que pueden debilitar
nuestra abundancia.
Por ejemplo, con mucha frecuencia nos limitamos por
nuestras circunstancias presentes –nuestro trabajo, nuestros ingresos, nuestro
nivel educativo, nuestro coeficiente intelectual– y por lo que pensamos que
somos capaces de lograr. Nos decimos: “Mis ingresos son de tanto. Mis
prestaciones son tantas. Mi trabajo me da este sueldo, así que en diez años más
sólo podré llegar hasta este punto”.
Nos hemos encasillado tanto en nuestros propios límites
que hemos eliminado el sentido de la abundancia del alma. Sin embargo, en las
dimensiones más elevadas del espíritu, nuestra alma no conoce límites, y quiere
ser liberada de la tiranía de la programación negativa del subconsciente.
El subconsciente no sólo registra las impresiones
negativas, sino que, como una grabadora en reproducción automática vuelve a
poner las grabaciones del pasado. Requiere un enorme trabajo borrar estos “registros”.
Podemos necesitar la guía de un psicólogo calificado que pueda ayudarnos a
curar el dolor de nuestro lastimado niño interno.
También podemos necesitar reprogramar nuestro
subconsciente con mensajes positivos. De eso se tratan las afirmaciones positivas:
de afirmar la belleza innata y el potencial positivo del alma.
Sin embargo, sean cual sean los pasos que sigamos,
podemos acelerar nuestra curación cuando los acompañamos con un trabajo
espiritual. He tenido lo mejores resultados en limpiar el subconsciente de
registros negativos cuando he utilizado mantras y afirmaciones a la llama
violeta (como los que aparecen en los artículos “Enciende Tu Fe” y “Meditación
Sobre La Creación De La Nube”).
Pide a tu Ser Superior que dirija la llama violeta a los
pensamientos, acciones y palabras específicas que produjeron las grabaciones
negativas en tu subconsciente. Visualiza cómo la llama violeta literalmente
consume estos registros, uno a uno.
Otra clave para trabajar con tu subconsciente es pedir a
tu Ser Divino que tome el dominio sobre los cuatro componentes de la mente: la
mente subconsciente, la mente conciente, la mente inconsciente y la mente
supraconsciente.
Al hacer esto sellamos nuestro subconsciente e inconsciente
para que no se conviertan en tiranos de nuestra alma. Damos poder a nuestro Ser
Divino para generar energías e impulsos positivos en el subconsciente y el
inconsciente.
¿Qué son estos cuatro componentes de la mente? La mente
supraconsciente es la mente de la inteligencia infinita que está dentro de nosotros;
es la Mente Omnisapiente de Dios que trabaja a través de nuestro Ser Superior. La
mente consciente es la mente racional.
Espiritualmente hablando, la mente subconsciente
corresponde a nuestros deseos, y ésa es la razón por la que es tan
influenciable. Este poderoso depósito de energía hará que se manifiesten tus
deseos, sean cuales sean éstos.
Cuando está contaminado, el subconsciente puede causarnos
daño incalculable. Cuando está limpio y funciona de una manera saludable, el
subconsciente actúa como un trampolín elástico que lanza a la acción nuestras
aspiraciones más elevadas.
La mente inconsciente es el nivel más profundo de nuestro
ser y puede ejercer un gran poder sobre nosotros, aunque no es directamente
accesible a nuestra conciencia. Freud decía que el inconsciente abarca nuestros
deseos e impulsos primitivos, así como las memorias e instintos de los que ya
no estamos conscientes, pero que pueden tener efectos importantes en nuestros
pensamientos y acciones. El inconsciente contiene los absolutos del Bien y el
Mal.
Puedes sellar los compartimientos de tu mente al dirigir
a tu Presencia YO SOY para que ocupe y tome el dominio sobre las mentes
inconsciente y supraconsciente y a tu Santo Ser Crístico para que ocupe y tome
dominio sobre as mentes subconsciente y consciente.
La Presencia YO SOY es esa porción de tu ser espiritual
que es la perfección absoluta de tu realidad divina. Es la presencia personal
del Espíritu que habita dentro de ti. Tu Santo Ser Crístico es el mediador
entre tú y tu Presencia YO SOY. El Santo
Ser Crístico, al que también se conoce como el Ser Superior, es tu maestro
interno y la voz de tu conciencia.
Cuando ponemos los noveles de nuestra mente bajo el
dominio de nuestra Presencia YO SOY y de nuestro Santo Ser Crístico, y cuando
acompañamos esto con el trabajo espiritual y psicológico necesario, estos
componentes dinámicos de nuestro ser producen sólo el bien.
ORACIÓN
¡Oh Poderosa Presencia YO SOY,
entra ahora,
ocupa y toma dominio sobre mi
mente supraconsciente
e inconsciente!
¡Oh Santo Ser Crístico, entra
ahora, ocupa y toma dominio sobre mi mente
consciente y subconsciente!
Una vez que has ofrecido esta oración (de preferencia una
vez al día), puedes recitar tus propias afirmaciones creativas para la
abundancia espiritual y material. Es una buena idea recitar tus afirmaciones
para cada uno de los compartimentos de la mente, como se muestra en el siguiente
ejemplo.
AFIRMACIONES:
¡En
el nombre de mi Presencia YO SOY y Santo Ser Crístico, YO SOY la abundancia
perfecta En mi mente supraconsciente!
¡En
el nombre de mi Presencia YO SOY y Santo Ser Crístico, YO SOY la abundancia
perfecta En mi mente consciente!
¡En
el nombre de mi Presencia YO SOY y Santo Ser Crístico, YO SOY la abundancia
perfecta En mi mente subconsciente!
¡En
el nombre de mi Presencia YO SOY y Santo Ser Crístico, YO SOY la abundancia
perfecta En mi mente inconsciente!
Cuando comiences a adentrarte y a trabajar en tu
subconsciente, no te sorprendas o te sientas mal si ves salir lo negativo de
una manera más intensa y con mayor frecuencia. Entre más fe, determinación y
gozo tengas, más luz espiritual vas a generar. Esta brillante luz expondrá de
forma natural los bloqueos de tu progreso espiritual: las enfermedades del
espíritu que deben desaparecer.
Si recitas de manera consistente afirmaciones y oraciones
a la llama violeta, como las que te he dado en este libro, obtendrás
resultados. Creer y sostener las afirmaciones del éxito de tu alma a pesar de
los sufrimientos es lo que se necesita para que podamos ser íntegros.
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