miércoles, 16 de abril de 2014

La Actitud Mental -Parte 2



Una fuerte determinación para ser feliz le ayudará. No espere cambiar por sus circunstancias, pensando falsamente que en ellas yace el problema. No haga de la infelicidad un hábito crónico, afectándose a sí mismo y a quienes le rodean. Es una bendición para usted y para los demás si usted es feliz. Si posee felicidad, lo posee todo; ser feliz es estar en sintonía con Dios. Ese poder para ser feliz viene a través de la meditación.


Justo como todo el poder yace en la voluntad de Dios, todos los dones espirituales y materiales fluyen de Su abundancia ilimitada. Con el fin de recibir Sus dones usted debería erradicar de su mente todos los pensamientos de limitación y pobreza. La Mente Universal es perfecta y no conoce limitaciones. Para alcanzar esa provisión que nunca falla debe mantener una consciencia de abundancia. Aún cuando no supiera de dónde va a venir el próximo peso, debería rehusarse a se aprehensivo. Cuando usted haga su parte y cuente con que Dios hará la Suya, encontrará esa fuerza misteriosa que viene en su ayuda y sus deseos constructivos pronto se materializan.





Un secreto para el progreso es el autoanálisis. Analice lo que usted es, lo que quiere llegar a ser y los defectos que se lo están impidiendo. Decida la naturaleza de su verdadera tarea, su misión en la vida... mientras mantiene su mente en Dios y la sintonía de sí mismo con Su voluntad, progresará más y más seguramente en su sendero.


Madre María ha dicho: "La resolución más importante que ustedes deberían hacer es...arrojar toda esa psicología que les limita sobre quién y qué son y quién pueden ser. lisias cosas son bloqueos a su creatividad, a su abundancia, a su provisión que es la necesidad más urgente...hundiendo la poderosa espada del Arcángel Miguel en ese registro... deberían derrotar lodo concepto de limitación que ha estado situado sobre ustedes y que han aceptado".


Piense del mundo como su familia. Cuando usted comienza a pensar con amor hacia otras personas externas a su familia y hace algo por alguien más -no necesariamente alguien a quien usted ame, sino alguien que puede aún ser impersonal para usted- usted comienza a pensar como Dios... Uno de los grandes secretos para la prosperidad es tener la habilidad para despreocuparse de los asuntos personales y llegar a ser impersonal. Esta habilidad es un imán que lo hace divino.



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